No solo los automóviles o la industria están afectado al cambio climático del planeta, también nuestras viviendas. En 2015, España emitió 339,3 millones de toneladas de CO2, de las que un 6,6% correspondieron a emisiones de las casas, y aún sigue atrasada en medidas de eficiencia energética en los hogares. Antes de final de año debe trasponer la Directiva Europea de ahorro sobre la calefacción central, que supondría un ahorro de 2,4 millones de toneladas de CO2 al año.
El Gobierno español está obligado a trasponer a la legislación nacional la Directiva Europea de eficiencia energética antes de final de año. Una medida que afecta a 1,7 millones de casas que cuentan con calefacción central. La introducción de repartidores de costes en cada hogar permitiría evitar la emisión de 2,4 millones de toneladas de CO2 al año, además de ahorrar una media de 248 euros al año por familia.
La vivienda en España es un despilfarro de energía y también de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. El parque de viviendas en España está obsoleto y necesita una buena remodelación. Según datos de Danosa, compañía especialista en construcción sostenible, “las viviendas son los grandes depredadores de energía en España, consumen alrededor de un 20% de la electricidad total del país y consume alrededor del doble de la energía de la que necesitan por la falta de buena orientación y fallos en el diseño de la envolvente o su estructura”.
Las medidas que aplican ayuntamientos como el de Madrid para paliar los efectos nocivos de este tipo de gases se concentran en el uso de los vehículos: fomentando el uso del transporte público o restringiendo el tráfico en el centro de la ciudad en los días de mayor contaminación. Pero las medidas para paliar la polución en las ciudades no deben centrarse solo en el uso del vehículo privado.
Solo el uso de la calefacción en el hogar, que supone el 46% de la energía que consume una vivienda en un año se podrían evitar la emisión de millones de toneladas de CO2. “En España hay más de 1,7 millones de viviendas dotadas de un sistema de calefacción central. La obligación por parte de Europa de instalar repartidores de costes y contadores de energía en cada radiador permitirá no solo reducir un 25% el consumo de calefacción, sino que además permitiría evitar la emisión de 2,4 millones de toneladas de CO2 al año”, según Ignacio Abati, consejero delegado de ista en España, empresa especializada en la medición y facturación de calefacción y agua.
A comienzos de noviembre, los niveles de gases nocivos para la población mantuvieron en alerta a la ciudad de Madrid, que estuvo cerca de alcanzar el escenario 3 del protocolo de medidas por contaminación de dióxido de nitrógeno que suponía restringir un 50% el tráfico, entre otras medidas.
“Restringir el tráfico rodado o reducir la velocidad de los vehículos no deben ser las únicas medidas para evitar la contaminación. Este último pico de aumento de gases nocivos en la capital ha coincidido con el comienzo del uso de la calefacción en muchas viviendas de Madrid”, concreta el consejero delegado de ista.
Solo en Madrid, unas 688.000 viviendas cuentan con sistemas de calefacción central. La Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid confirma que en la región hay unas 60.000 instalaciones de Gas natural; 8.000 de gasóleo y solo unas 330 instalaciones de Biomasa.
España aún está atrasada en sistemas de ahorro de calefacción central
La falta de Gobierno durante casi un año ha supuesto que aún no se haya traspuesto en su totalidad la Directiva Europea de eficiencia energética 2012/27/UE que regula la obligatoriedad de instalar repartidores de costes y contadores de energía instalados en Comunidades de Propietarios con calefacción central. La norma tiene que legislarse antes del antes del 1 de enero de 2017. De lo contrario, España se enfrenta a sanciones por parte de la Unión Europea
“Cada vecino pagará el consumo de calefacción y agua caliente en función de su consumo real medio, en vez de atendiendo a criterios menos rigurosos, como por ejemplo sucede ahora por los m2 de la vivienda”, destaca Ignacio Abati.
Con esta medida que para la Comunidad de propietarios supone un gasto mensual por debajo de los 10 euros al mes para cada vecino, le puede suponer a cada vecino una reducción de un 25% el consumo de calefacción y un ahorro medio de 224 euros al año por familia, según un estudio elaborado por la Universidad de Alcalá.
De hecho, está medida está siendo implantada en miles de viviendas desde 2014, pese a que el Gobierno no ha obligado por ley a las comunidades de vecinos para adaptarse a la normativa europea.
Según estimaciones del sector, ya se han invertido más de 11 millones de euros en la instalación de entre 400.000 repartidores y 200.000 válvulas termostáticas en todo el país. “Pagar por lo que cada uno consuma va a favorecer a los ciudadanos preocupados por la eficiencia energética”, afirma Manuela Julia Martínez Torres, presidenta del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid). “Entre un 10% y un 15 % de las comunidades de vecinos ya han aplicado esta medida de forma voluntaria”.
La pérdida de calor en las casas es uno de los principales gastos que tienen que asumir los residentes cuando encienden la calefacción ya la casa no llega a la temperatura ideal o no mantiene el calor al apagarse.
Fuente: Idealista News