Cómo evitar problemas con el casero cuando quieres terminar un alquiler: el documento de desistimiento anticipado — idealista/news
Por lo general, los contratos de arrendamiento estándar se firman por el plazo de un año y posteriormente se activa la prórroga año a año hasta el mínimo de las tres anualidades, siendo esta prórroga, un derecho del inquilino, y una obligación para el casero. Por unos motivos u otros, hay inquilinos que no desean permanecer más que un año en el piso.
En estos casos, lo mejor es abandonar la casa el mismo día que se cumple el año, previo aviso de 30 días contemplado en la Ley, salvo que se haya pactado otro plazo distinto, porque si no, se activa automáticamente la prórroga, tal y como recuerda la abogada Carmen Giménez, titular del despacho G&G Abogados.
¿Y qué pasa si el inquilino se marcha un mes después de finalizado el año y con la prórroga ya en marcha? En algunos contratos se establece una indemnización por desistimiento anticipado al propietario, una compensación que está regulada en el artículo 11 de la Ley Arrendamientos Urbanos conforme reforma operada en el año 2013.
Según este artículo, la indemnización equivaldrá a una mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que reste por cumplir. Los periodos de tiempo inferiores al año darán lugar a la parte proporcional de la indemnización.
Para evitar el pago de esta indemnización, siempre y cuando esté contemplada en el contrato, o de cualquier otra que pudiera devengarse como consecuencia del incumplimiento del plazo de duración contratado o de cualquiera de sus prórrogas, inquilino y casero, pueden acordar un anexo a dicho contrato de arrendamiento que señale el día de la resolución del contrato y el tiempo que precise de más el inquilino (por ejemplo dos meses más) hasta abandonar la casa. Así se evita que entre en funcionamiento la prórroga por un año completo.
Adjuntamos un modelo de anexo para evitar la indemnización por desistimiento anticipado, aunque «siempre es recomendable consultar con un profesional para que el documento que se redacte se refiera al caso concreto», subraya Carmen Giménez.
fuente: idealista.