Las compraventas crecerán entre un 10% y un 12% este año y la concesión de hipotecas un 26%
Uno de los síntomas manifiestos de que la recuperación inmobiliaria se consolida es la vuelta del comprador tradicional de vivienda. En otras palabras, quien está adquiriendo o se plantea adquirir una vivienda en los próximos meses ya no responde únicamente al perfil de particular con ahorros que proliferó en los últimos años.
Así, durante la crisis económica el segmento predominante que compraba vivienda se caracterizaba por ser un cliente que contaba con capacidad para realizar las transacciones al contado. Además, la tipología de producto que adquiría se centraba en viviendas destinadas a obtener una rentabilidad a través del alquiler y cuyos precios estaban por debajo de los 100.000 euros. Esa demanda de antaño fue especialmente activa entre la segunda mitad de 2014 y principios de 2015.
Sin embargo, a esa demanda con perfil affluent se ha sumado desde hace algunos meses el segmento tradicional: el llamado cliente minorista, es decir, personas cuya edad oscila entre los 25 y 45 años y que acceden a una primera vivienda con financiación. Esa demanda del comprador «natural» de vivienda es la que ha experimentado el mayor crecimiento en 2015.
Según el Consejo General del Notariado, el año pasado se adquirieron en España 401.236 viviendas, mientras que en ese mismo periodo se concedieron, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), 244.827 hipotecas. Esto supone que un 38% de las operaciones de compraventa en 2015 se cerraron sin ningún tipo de financiación frente al 44% que representaban en 2014.
En Solvia estamos convencidos de que ese grueso de la demanda continuará creciendo a corto plazo, a medida que mejoren los niveles de ocupación laboral y que disminuya el diferencial entre el volumen total de transacciones de vivienda y la cifra de aquellas que son financiadas. En este sentido, estimamos que el número de compraventa de viviendas aumentará entre un 10% y un 12% interanual en 2016 (frente al repunte del 8,6% del año pasado), mientras que la concesión de hipotecas escalará este ejercicio cerca de un 26% interanual (frente al alza del 19,8% de 2015). El estrechamiento gradual del margen existente entre esas dos variables constatará que la recuperación de la demanda de vivienda por parte del cliente minorista es sólida.
Otro aspecto interesante es que esa demanda natural es cada vez más exigente en todos los aspectos: precio, ubicación, tipologías, equipamientos, etcétera. Solvia es consciente de que las viviendas actuales no siempre dan respuesta a las necesidades de los consumidores y que la oferta de nuevas viviendas debe adaptarse a esas necesidades. Por eso, estamos introduciendo criterios y prácticas de gestión más modernas e innovadoras en el sector inmobiliario con el fin de reforzar nuestro asesoramiento personal a clientes.