La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa a España como protagonista de los últimos datos sobre el sector inmobiliario.
Según la institución que engloba a los países ricos, un 36% de las familias españolas que viven de alquiler tiene que destinar al pago de la renta mensual dos de cada cinco euros que ingresa (esto es, el 40%). Se trata de la cifra más alta de toda la OCDE.
En el caso de los hipotecados, la cantidad de hogares que debe dedicar ese 40% de su renta a pagar la cuota mensual se reduce hasta el 18%. Aun así, somos el quinto país del ranking con la proporción más elevada, por detrás de Suecia, Grecia, Irlanda, Francia y Luxemburgo.
Recordemos que los expertos siempre recomiendan que el pago de la vivienda, ya sea en propiedad o en arrendamiento, no supongan más del 30% de los ingresos que se perciben.
Pero lo peor es que todo apunta a que esas cifras podrían crecer próximamente, como consecuencia de unos salarios que prácticamente no se mueven y un precio de la vivienda que sube en gran parte de España.
Según Eurostat, la oficina de estadísticas comunitaria, los precios del mercado residencial están subiendo a un ritmo cercano al 4% interanual, por encima de la media de la eurozona (el repunte fue del 2,9% interanual en el segundo trimestre), mientras que el Ministerio de Fomento confirman que el precio por m2 de la vivienda libre supera ya los 1.500 euros, marcando así máximos de tres años.
Y las previsiones adelantan más subidas. Según el servicio de estudios de BBVA, el precio medio de la vivienda en España se incrementará cerca de un 2,5% este año y un 3,5% en 2017, un pronóstico similar a los que manejan Bankinter y Caixabank.
En lo que se refiere al alquiler, el último informe de idealista asegura el precio interanual ha subido un 10,7% en el tercer trimestre del año, de la mano de las grandes ciudades donde la demanda está presionando al alza las rentas.